Desafíos, tendencias y oportunidades del transporte aéreo de mercancías en 2023

Estamos ya inmersos en unos tiempos desafiantes para la economía internacional. Y siendo, como es, un agente estratégico, el sector del transporte aéreo no es una excepción. Desde el año 2020, los transportistas aéreos se han enfrentado a toda clase de retos.

 

Tras el parón que supuso la pandemia, a principios de 2022 llegaron las sanciones y cierres del espacio aéreo como consecuencia de la invasión rusa de Ucrania. Ello supuso alteraciones significativas en las rutas. Además, el precio del crudo experimentó un incremento enorme. El efecto inmediato fue un incremento de los precios que debieron asumir todos los eslabones de la cadena de suministros, incluyendo el consumidor final.

 

Por otro lado, los efectos del Covid seguían manifestándose con fuerza en las estratégicas Shanghai y Shenzhen. Algunos de los proveedores más importantes de la industria tecnológica suspendieron operaciones, lo que supuso otra paralización de la actividad comercial y logística.

 

También asistimos a una transferencia de la carga marítima a la aérea, debido a la congestión en los puertos. Esto influyó también en el incremento de las tarifas en este sector.

 

2023 parece reservarnos algunas turbulencias más. Por el momento, la calma que esperábamos iba a llegar en este nuevo año, se hace esperar. Los analistas creen, de todos modos, que 2023 será un año complicado, en el que de todos modos tendremos algunas noticias optimistas.

 

La situación internacional

Este será un factor determinante en los próximos meses. La cadena de suministro va a experimentar algunas tensiones de distintos tipos, lo que pondrá a prueba la previsión y el compromiso y los planes de contingencia de las empresas del sector. Será otra oportunidad para sacar provecho de la coyuntura.

 

La guerra en Ucrania sigue su curso y no se espera una resolución a corto plazo. Las restricciones aéreas seguirán motivando la alteración de las rutas, con trayectos más largos, y la consiguiente repercusión en los costes.

 

En cuanto a la energía y los precios del petróleo, los analistas internacionales tienen unas previsiones más optimistas. Se espera un descenso de los precios de referencia durante 2023 y 2024, lo cual debería repercutir positivamente en los fletes, ya que las tarifas están vinculadas a los precios del combustible.

 

Pero el mayor desafío va a ser la evolución de la economía. Las noticias no son muy buenas y van desde una sensible retracción de la demanda mundial de bienes y servicios hasta -en las previsiones más optimistas- un escenario de recesión. Esto ya se está dejando notar en la contención de gastos de las empresas y obligará al sector a afrontar varios altibajos.

 

Sostenibilidad, nuevos actores y drones

La relajación de las restricciones genera una nueva oportunidad en el uso de las bodegas de los aviones de pasajeros. Esto incrementará la capacidad de carga en un momento en el que la demanda sufre un retroceso.

 

Por otro lado, la creciente preocupación por la sostenibilidad va a obligar a los transportistas aéreos a acometer una profunda transformación de sus flotas, a fin de alinearse con los compromisos asumidos en las distintas conferencias del clima. Un ejemplo real es la de la japonesa Nippon Cargo Airlines, que ya ha empezado a incorporar soluciones que reducen las emisiones hasta en un 80%.

 

Y finalmente, merece la pena comentar el avance de la tecnología de drones. La norteamericana MightyFly ya ha sido certificada para usar drones de despegue y aterrizaje vertical (VTOL).  Es el inicio de una tendencia que se impondrá a medio plazo, especialmente en medio alcance, hasta unas 600 millas, y en entregas de última milla, que promete ser más ecológica.

 

La digitalización que no cesa

Es muy difícil predecir con exactitud el impacto de la IA en el sector del transporte aéreo de mercancías. Pero es indiscutible que la digitalización seguirá a un ritmo muy acelerado en 2023.

 

En no demasiado tiempo asistiremos a una revolución, con procesos de envío mucho más transparentes y ágiles, disponibilidad de datos inmediata y en tiempo real y el desarrollo de portales en línea para cotizar, rastrear y reservar envíos en origen.

 

Resulta evidente que esta digitalización es una necesidad insoslayable que va a decidir quién gana o pierde posiciones en estos próximos tiempos. Invertir en tecnologías de la información será imprescindible.

 

La oportunidad de aumentar la presencia

La mayoría de las empresas con actividad exportadora ven esta vía como un camino sin retorno y tienen previsto ampliar su presencia global en los próximos años. Esto supone una gran oportunidad y muy probablemente la diversificación de rutas.

 

En este escenario, las empresas transitarias deberán ofrecer una red más amplia y tupida de corresponsales con la que prestar servicios de carga en aeropuertos cada vez más lejanos.

 

Nuestra apuesta

Este año será decisivo para la actividad de la carga aérea y las empresas relacionadas. Serán tiempos difíciles, pero se presentan muchas oportunidades en ámbitos clave para el desarrollo del negocio y su rentabilidad.

 

Desde eGlobe apostamos desde el primer momento por los elementos que van a marcar la diferencia. Estamos muy comprometidos con el uso de la tecnología y realizamos constantes esfuerzos para mantener el ritmo de los constantes avances en este ámbito. Cuando estos se conviertan en estándares industriales, nosotros podremos ofrecer modelos y procesos perfectamente preparados.

 

Por otro lado, seguimos operando desde la confianza que ofrece nuestra condición de agentes CASS-IATA y Operadores Económicos Autorizados (OEA), incrementando nuestra red de corresponsales y colaboradores en aeropuertos y puertos de todo el mundo, porque nuestro objetivo es servir a nuestros clientes sea cual sea el punto de origen o destino de su carga.